El activismo anónimo y la libertad de expresión

El tono displicente de algunos comentarios es en extremo desagradable.  El campeón fue reth2002.

Traté de enviarle un email para dialogar. Cometí el error de consultar su perfil sin estar conectado y no encontré allí su dirección. En google encontré que @reth2002 es la cuenta twitter de Mauricio Noguera, abogado especialista en  LGBT, que trabaja o trabajó en Dejusticia, y estuvo inscrito como usuario en la Silla como reth2002.


En la actualidad  reth2002 conserva las fechas pero no más datos biográficos. Pasó de usuario identificado a disfrutar las mieles del anonimato.

El punto que quiero descatar es que reth2002, el más agotador y agresivo forista de mi blog, no corresponde al perfil de alguien que trabaje en una de las entidades más abiertas al diálogo del país. Ante la inconsistencia, le escribí un par de mensajes a su correo de Dejusticia. Supuse que el seudónimo lo usaba en la actualidad alguien que había suplantado a Mauricio Noguera.

Noguera no me contestó, pero sí lo hizo a un mensaje enviado por una amiga con mejores dotes detectivescas. Y en efecto, reth2002 es Mauricio Noguera con máscara: un abogado supuestamente abierto al debate, colaborador del think tank jurídico más prestigioso del país es simultáneamente un tenaz saboteador del foro en la Silla Vacía.

El mensaje de respuesta a la Inspectora Clouseau fue sugestivo. Sin tener nada que ver con la razón por la que ella lo contactó, a lo primero que hizo alusión Noguera, con inocultable satisfacción, fue a mi renuncia como bloguero de la Silla. Yo me pregunto, dejando bien claro que eso no es censura, ¿y qué nombre se le pone al activismo que no descansa hasta aburrir las voces que le disgustan? 

Lo más irónico es que si algo distingue al  gremio LGBT es su hipersensibilidad con el lenguaje. En una de mis entradas sobre ese tema, me atreví a utilizar el término “disforia de género”. La respuesta no se hizo esperar: podría herir la susceptibilidad de alguien. Un bloguero no debe hablar de disforia –el opuesto de euforia- para un niño que no quiere serlo, pero el activista LGBT disfrazado si puede afirmar que el bloguero es misógino.

Por si las moscas, quiero dejar bien claro que mi crítica se dirige exclusivamente a reth2002-Noguera y en ningún momento pretendo extenderla a otros activistas u organizaciones LGBT.