Animales gays

Publicado en El EspectadorNoviembre 26 de 2015


Si la homosexualidad se da silvestre en muchas especies, no puede ser contra natura.

Los criadores de ovejas llevan años estudiando su comportamiento sexual y han observado que la capacidad reproductiva del macho es en extremo variable. Con hembras receptivas, algunos alcanzan hasta seis eyaculaciones en media hora; el desempeño típico es menos impresionante y a otros sencillamente no les apetece.

Charles Roselli y sus colegas de la Universidad de Oregón se especializaron en homosexualidad ovina. Tras observar sistemáticamente las conductas de cientos de animales, calculan que uno de cada cinco no sirve como reproductor. A algunos de estos “sementales tímidos” lo que les interesa son otros machos. La proporción de carneros homosexuales se estima en 8%, fracción similar a la que parece haber entre los hombres. Al estudiar sus cerebros, Roselli encontró "un núcleo de  neuronas en el área preóptica que regula los comportamientos sexuales y es mayor en carneros atraídos por hembras que en los que prefieren otros machos. Estos últimos y las ovejas tienen un ‘cluster’ que es aproximadamente del mismo tamaño. Eso nos indica que existe una asociación entre el tamaño de esta zona y la preferencia sexual de los animales”. Analizando fetos observó que las diferencias cerebrales entre machos heterosexuales, homosexuales y hembras aparecen antes de cualquier interacción con el entorno o con otros animales. Al final de la gestación ya se ha definido el área asociada con la orientación sexual. El núcleo cerebral se forma primero para después afectar el comportamiento del carnero cuando crece.

El biólogo Bruce Bagemihl ha recogido evidencia de conductas no heterosexuales en más de mil especies que incluyen mamíferos, aves, peces, reptiles, anfibios e insectos. Sugiere que en estos animales la sexualidad tiene funciones diferentes a la reproducción, como la cohesión de grupo, el alivio de tensiones o la simple diversión. El inventario de comportamientos animales no heterosexuales recopilado por Bagemihl es casi LGBT. "Muchos ejemplos de genuino transgenerismo o mimetismo sexual se asocian con la homosexualidad. En algunas especies hay animales que imitan el comportamiento de miembros del sexo opuesto".

Los bonobos son famosos por una exuberante sexualidad no reproductiva, y no son los únicos simios con esa capacidad. Reporteros de National Geographic encontraron hembras de macaco japonés en escenas dignas, según ellos, de película porno. Frans de Waal, reconocido primatólogo, señala que, a diferencia de los chimpancés que se enfrentan ferozmente con los miembros de otros grupos, los bonobos parecen “estar de visita”, con algo de hostilidad y tensión, pero sin agresiones. Relata uno de esos encuentros: “primero se ven los bonobos persiguiéndose y gritando, sin pelear físicamente. Luego, progresivamente, hembras de los distintos grupos tienen contacto sexual y se limpian entre ellas. Sus crías juegan con las del otro grupo y algunos machos se frotan los escrotos”. Retozan y hacen el amor, no la guerra, con desconocidos.

Los animales gays son la prueba reina del componente biológico de la diversidad sexual. Con ellos no sirven teorías psicoanalíticas, culturalismo, creencias religiosas ni divagaciones queer. Además, complementan la creciente evidencia sobre la base cerebral de la orientación sexual, que destaca la influencia del medio hormonal donde se desarrolla el embrión en conjunto con factores  genéticos  y, por supuesto, el  entorno.

Ni siquiera en la naturaleza la homosexualidad es un destino inamovible, pues también depende de interacciones con el medio, o de factores que apenas se empiezan a estudiar. En una especie de chorlos, por ejemplo, parece que la diversidad aumenta cuando el invierno es muy severo y se dificulta el apareameinto. En los seres humanos, situaciones sociales variadas también tienen un efecto cuya interacción con las predisposiciones innatas aún no se conoce.

La militancia gay se aferró a estudios seudocientíficos cuyo objetivo, más político que descriptivo, era mostrar que la orientación sexual de los padres no determina la de los hijos adoptivos. Se ignoraron los avances en la comprensión de la homosexualidad que, para ese mismo propósito, aportarían alguna evidencia sólida. Es gracias a la biología y a las neurociencias que se afianzará una realidad recurrente en los testimonios: los gays nacen, no se hacen. Algún día, los creyentes dirán “Dios los crea, ellos se juntan” y, tal vez, disminuirá su fobia contra quienes aún consideran pecadores.






REFERENCIAS

Bagemihl, Bruce (2000). Biological Exuberance: Animal Homosexuality and Natural Diversity. New York: St Martin’s Press 

Balthazart, Jacques (2010). Biologíe de l’homosexualité. On naît homosexuel, on ne choisit pas de l´être. Wavre-Bélgica: Mardaga

De Waal, Frans & Frans Lanting (1997). Bonobo. The Forgotten Ape. Berkeley: University of California Press

Gayle, Damien (2012) “Female bonobos put on 'barsexual' displays with each other to impress the alpha-lesbians”. The Daily MailMarch 2

Owen, James (2004). “Homosexual Activity Among Animals Stirs Debate”. National Geographic NewsJuly 23