Peor que en la mafia: sexo con dinero público

Publicado en El Espectador, Enero 30 de 2014



Según una reciente investigación periodística, familiares de los máximos dirigentes chinos tienen grandes fortunas en paraísos fiscales. 

La noción de familia debe interpretarse aquí de manera amplia, con poliamor. Una marca de los burócratas corruptos en China son las concubinas. Se conocen como "xiao san" (pequeña tercera) o "ernai" (segunda mujer) y hay tantas que parecen haber afectado los precios de los apartamentos en Peking. Hasta hace poco, a la francesa, la discreción contribuía a la costumbre y sólo excepcionalmente las amantes irrumpían en los medios.

En el 2007 un parlamentario de 61 años recibió la pena capital por el homicidio de su amante, 30 años menor. Con la ayuda de un sobrino policía hizo explotar el vehículo en el que ella viajaba. La había conocido adolescente y tras seis años de flirteo la convirtió en concubina. Les consiguió puesto en la burocracia a ella y a sus dos hermanas. Con el tiempo, las demandas económicas y de compromiso fueron aumentando: tenía evidencia vinculándolo a negocios turbios y lo chantajeaba. 

Unos años antes un secretario provincial del Partido también fue condenado a muerte por corrupción tras saberse que con fondos públicos organizó un banquete para sus 22 concubinas. Cual mafioso colombiano anunció que el evento se repetiría anualmente con un premio especial para la que mejor lo atendiera. Un nuevo juicio reveló que otro funcionario había tenido relaciones con más de 100 mujeres, incluyendo una madre y su hija. A la primera, enfermera, la había conocido estando hospitalizado. Como concubina, ella le pidió empleo para su hija, que también terminó siendo su amante. Él decía orgullosamente “maté dos pájaros de un tiro”. 

Un periódico chino hizo un ranking de los escándalos y un corresponsal inglés lo tradujo. Lo lideraba un funcionario sesentón que mantenía trece concubinas para demostrar que su virilidad seguía intacta. Otro reservó una habitación en el Hilton para ir con distintas mujeres que debían cumplir tres requisitos: grado universitario, bonita y soltera. Un tercero llevaba 95 diarios con relatos de sus experiencias sexuales y muestras de cabello de 236 mujeres.

Un informe del fiscal señala que entre los funcionarios condenados por corrupción la mayor parte “intercambiaba sexo por poder, mezclado con juego, lavado de dinero y negocios turbios con los constructores”. Un estudio del 2013 de la Universidad Renmin encontró que entre los corruptos 95% habían tenido varias amantes y 60% mantenían una segunda mujer. 

Algo ha cambiado y ahora las despechadas utilizan las redes sociales para vengarse. Una presentadora de TV, amante durante cuatro años de un burócrata, colgó fotos comprometedoras cuando él le terminó y en su blog publicó la lista de todos los regalos que le hizo, para los cuales jamás le habría alcanzado el salario. 

En Colombia se ventilan hazañas sexuales sólo de los mafiosos. De las concubinas y prepagos a cargo del erario público, o de las ahijadas y protegidas en la burocracia nadie habla. Siendo el sexo un lubricante tan eficaz de transacciones oscuras, es ingenuo pensar que en los carruseles o la justicia torcida no hay faldas y que los únicos clientes de la pujante prostitución colombiana son extranjeros. En una sociedad tan machista silenciar los deslices de hombres públicos mujeriegos es un gran papayazo, música celestial para los corruptos  abusadores.

Cuando las arcas estatales son una extensión de la billetera y la nómina oficial una herramienta de conquista, tener su propio harem -el sueño de cualquier macho- se vuelve factible. A veces la vigilancia de los fondos públicos exige superar el cándido principio de que la vida privada de los poderosos no tiene ningún interés. Como lo acaba de probar la foto de un mandatario con casco en motoneta, los paparazzis cumplen una función social.



REFERENCIAS

Carlson, Benjamin (2013). “Revenge of the mistresses”. CNBC, Oct 17


“Chart Topping Mistress Keepers - QQ News” China Digital Times  


Coonan, Clifford (2007). “Fall of the 'Zipper Mayor': evidence from 11 mistresses nails corrupt Chinese official”. The Independent, Sep 8

Macartney, Jane (2007).“Leader who blew up mistress is executed”. The Times,Asia Sep 6

Spencer, Richard (2006) "Sex and the statistitian" Blog